L'Estat i les "fake news".



Me siento muy inquieto. Lo que me sorprende en el periodo actual, cuando se supone que vivimos la apoteosis de la democracia liberal tras el hundimiento de los totalitarismos, es el encogimiento de los espacios de expresión y de la libertad de pensamiento. 

Como estamos en una economía de mercado, los franceses sobreestiman el liberalismo intrínseco de su sociedad y subestiman el poder de desinformación del Estado. La guerra de Irak comenzó, mira por dónde, por las “fake news” que provenían del Estado norteamericano sobre las armas de destrucción masiva en Irak, con Colin Powell agitando su frasquito ante el Consejo de Seguridad de la ONU. 

El Estado es que tiene el poder financiero, la ventaja de la continuidad, el monopolio de la violencia legítima: si es cierto que hay un productor de “fake news” es el Estado. Y el Estado del propio país, no los estados exteriores. El principio fundador de la democracia liberal es, en efecto, que si la colectividad ha de garantizar la seguridad del ciudadano, el ciudadano debe estar protegido frente a su propio Estado.

Por ende, las noticias falsas, los delirios y los rumores mentirosos son el nunca acabar de la vida democrática. Y la idea misma de la democracia liberal consiste en apostar por que los hombres no son niños para siempre. Controlar la información es infantilizar al ciudadano.
Emmanuel Todd, ¿Noticias falsas? La amenaza es el Estado, Sin Permiso 14/03/2018

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