A favor de l'"error" de l'esquerra" (Jorge Riechmann).



El error de la izquierda –podríamos juzgar junto a Josep Fontana- ha sido sobrestimar la racionalidad del ser humano, que no da para mucho. “La derecha siempre ha sabido jugar con los prejuicios de la gente. El error de la izquierda ha sido obstinarse en convencer con la racionalidad. La importancia de los prejuicios (raciales, de género, etcétera) es un factor determinante en la toma de decisiones personales…”[1]

Ahora bien, desde un ángulo un poco diferente, ¿no debe una política deseable –que será por ello paideía ético-política- tratar de elevar a los seres humanos a lo mejor de sí mismos? Vale decir: con perspectiva republicana, tratamos de cultivar nuestras buenas capacidades –lo que implica poner en juego imágenes de vida buena e ideales de ciudadanía, y fomentar una racionalidad abierta e inclusiva… Desde este punto de vista, el “error” de la izquierda sería más bien una opción deliberada (al menos en los momentos mejores de estas izquierdas). Emprendida, eso sí, con conciencia de las escasísimas posibilidades de victoria…

Pero la improbable apuesta por tirar de la sociedad hacia arriba, en vez de contribuir a hundirla aún más en el fango, tenía que hacerse. Habrá que seguir intentándolo.

Jorge Riechmann, una apuesta improbable, tratar de comprender, tratar de ayudar 15/02/2017


[1] Josep Fontana, “La extrema derecha recoge la ira ciudadana contra las élites”, entrevista en La Vanguardia, 13 de febrero de 2017; 

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