Contra l´"ego" fort.



En mis años de estudiante en París era practicamente un lugar común referirse a la subversión de valores a la que, de manera implícita o explícita, invitaría lo autenticamente vivo en el pensamiento contemporáneo. Complementariamente a la crítica de los fundamentos del orden social desarrollada por el marxismo, se ponía de relieve que el concepto mismo de sujeto, debería dejar de ser identificado al de conciencia para concebirse como relacional y transitivo. Hasta en la lectura académica del cartesiano Discurso del Método se reflejaba esta exigencia de puesta en tela de juicio, insistiendo los comentaristas en que el je del cogito nada tiene que ver con el moi, (expresión en lengua francesa del ego que subordina -más que acompaña- todas nuestras representaciones y lazos con el mundo). Significativo es al respecto el hecho de que Descartes se refiera a su propia condición como una cosa que piensa, es decir, según sus propios términos, una entidad que duda, que afirma, que niega, que cree, que se interroga, etcétera, es decir, una entidad tensada, ágil y productiva. Por decirlo sin ambages:

Una conciencia reflejo de la obediencia a prejuicios y el anclaje en representaciones pasivas, una conciencia que no se pone en cuestión, una conciencia meramente expresiva del conjunto de clichés que sirven de base a una situación social dada...tal conciencia forja un fortísimo ego, pero no es una entidad que piensa, repudia ese "ardiente deseo de toda mente pensante", al que se refiere el físico Max Born, no responde a la condición mínima avanzada por Descartes, no es cabalmente un ser humano.

Víctor Gómez Pin, Luchar por "ser una cosa que piensa", El Boomeran(g), 27/05/2011
http://www.elboomeran.com/blog-post/6/10841/victor-gomez-pin/luchar-por-ser-una-cosa-que-piensa/

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